lunes, 17 de enero de 2011

Homenaje a José María

Dentro de la extensa historia de la literatura latinoamericana existen una buena cantidad de escritores sobresalientes que llevan el arte de escribir a un nivel colosal y extraordinario que al leerlos nos desnudan por completo pues es como verse en un espejo donde las ropas o las máscaras no sirven de algo. Esto es lo que logra la buena literatura, esos libros que leemos y que nos dejan una huella latente, pero que quema como la llama de una pequeña estrella. En el Perú, el más grande heredero de esta raza de seres extraordinarios que se reproducen cada cierto lapso de tiempo (y que por ello no son demasiados) es José María Arguedas, quien no sólo reúne en su persona el mérito literario, sino también de identidad. José María no es sólo un escritor, ni será jamás cualquier escritor: Arguedas es un símbolo de representación de los seres marginados en su propia tierra. Arguedas levanta una voz que jamás dejará de sonar: él grita por las injusticias, por el indio maltratado, por el andino segregado, por los pobres que no tienen qué comer, por la violencia atroz y la indiferencia. Todo esto, con una ternura que sólo Arguedas podría unir a las desgracias más crueles. Han pasado cien años desde que nació, y su obra no deja jamás de sonar en el viento que recorre las calles y los andes de este país. Incluso, hoy más que nunca su voz se hace más fuerte, esa voz que va en busca de los huecos más recónditos donde trata de camuflarse el horror para que nosotros podamos verlos y nunca más la indiferencia. Se acaba de cumplir cien años de nacimiento de este gran hombre que a lo largo de toda su vida, reflejándolo en sus libros y actos, buscó entender y redimir la compleja realidad del indio nativo cuando lo único que se hacía era ignorarlo y maltratarlo. Hoy los años han cambiado esta realidad que ya no es tan generalizada como antes (y que felizmente ya agoniza como un anciano decrépito e inútil), pero la figura de Arguedas no se borra y se convierte más que nunca en una imagen de identidad, compromiso, y búsqueda de caminos de integración de la cultura. Por todo ello, a sus cien años, creemos necesario rendir un modesto homenaje al magno escritor, que más que escritor fue un amante de esta tierra y de cada uno de los habitantes que la pisan (y que es acaso, todo lo que debería representar un verdadero escritor).

jueves, 13 de enero de 2011

Maratón Poética


El próximo sábado 15 de enero, dentro de las celebraciones por el aniversario de Lima, se realizará un Maratón de Poesía, en la Sala Alzedo del Teatro Segura. La maratón contará con poetas consagrados y con jóvenes cuyas voces comienzan a destacarse. La entrada será gratuita, todo será de 15.00 a 19.30 hs.

En el marco del Aniversario de Lima y la celebración del centenario del nacimiento de José María Arguedas la Sub. gerencia de Cultura de la Municipalidad de Lima inaugurará el HATUN TINKUY - GRAN ENCUENTRO con el WAYNA SIPAS TINCUY -CELEBRACIÓN DE LOS JÓVENES.

En este marco, además de las feria de editoriales independientes, la feria de sellos discográficos, el concierto de rock y el conversatorio sobre cómics (todos eventos realizados en paralelo en el Teatro Segura), se realizará un recital de poesía, esta serie de mesas de lecturas contarán con la presencia de poetas como: Rocío Silva Santisteban, Arturo Corcuera, Rossella di Paolo, Raquel Jodoroswky, Domingo de Ramos, Marcela Robles, José Pancorvo, Juan de la Fuente, Sonia Luz Carrillo, Héctor Ñaupari, Luisa Fernanda Lindo, Rodrigo Quijano, Paúl Guillén, Enrique León, Rodolfo Ybarra, entre otros.

Las mesas de lecturas comenzarán a las 15.00 hs. (puntual). La Sala Alzedo, será el escenario y la entrada será gratuita. Así que el sábado 15 de enero en el Teatro Segura. Jr. Huancavelica 265. Lima.

Dos poemas de María Elena Walsh



Hace unos días falleció la poestisa, escritora, música, cantautora, dramaturga y compositora argentina María Elena Walsh, ícono de la literatura latinoamericana. María Elena Walsh es un clásico y los clásicos nunca mueren.
Aquí un par de poemas:

Como la Cigarra

Tantas veces me mataron
tantas veces me morí
sin embargo estoy aquí
resucitando.

Gracias doy a la desgracia
y a la mano con puñal
porque me mató tan mal
y seguí cantando.

Tantas veces me borraron
tantas desaparecí
a mi propio entierro fui
sola y llorando.
Hice un nudo en el pañuelo
pero me olvidé después
que no era la última vez
y volví cantando.

Tantas veces te mataron
tantas resucitarás
tantas noches pasarás
desesperando.

A la hora del naufragio
y la de la oscuridad
alguien te rescatará
para ir cantando.

Cantando al sol como la cigarra
después de un año bajo la tierra
igual que sobreviente
que vuelve de la guerra.

Balada del Tiempo Perdido

“Yo dormía pero mi corazón velaba…”
Cantares

Como a sus vanas hojas
el tiempo me perdía.
Clavada a la madera de otro sueño
volaban sobre mí noches y días.

Poblándome de una
nostalgia distraída,
la tierra, el mar, me entraban en los ojos
y por ociosas lágrimas salían.

Cuántos papeles ciegos
en la tarde vacía.
Qué multitud de imágenes miradas
como a través de una mortal llovizna.

Entorpecidas sombras
en vez de manos mías,
de tanto enajenarse en los espejos,
todo lo que tocaba se moría.

Memorias y esperanzas
callaban su agonía:
un porfiado presente demoraba
siempre las mismas ramas amarillas.

Qué tiempo sin sentido
el que mi amor perdía.
Qué lamentable primavera inútil
haciendo en vano flores que se olvidan.

Pero mi corazón
velaba y no sabía.
Recuperada su pasión secreta
ahora enamorado resucita.

Y el tiempo que hoy me guarda
entre sus hojas vivas
es un tiempo feliz desde hace tantos
sueños que nacerán en la vigilia.





lunes, 10 de enero de 2011

Hallan cueva gigante en Vietnam

En noviembre de 1864, Julio Verne publicaba su particular viaje al centro de la tierra. Dentro de poco se cumplirán 150 años de aquel famoso libro, y seguramente todos los que visitáis Cuaderno de Ciencias habréis soñado alguna vez vivir una experiencia parecida.

Pero no nos vayamos tan lejos en el tiempo. La espectacular cueva de Hang Son Doong, en Vietnam, se dio a conocer al público hace tan solo un año, en febrero de 2009. Años atrás, en 1991, un pastor de la zona la encontró pero, temeroso del extraño silbido que provenía de sus entrañas, guardó en secreto su localización.

Nos encontramos ante una de las cuevas más grandes del mundo (algunas fuentes la colocan en la primera posición), y consta de diversos túneles que conectan entre sí una multitud de cuevas, una jungla y un río.

La cueva mide más de 6 kilómetros de longitud y unos 200 metros de altura, llegando en algunos tramos a los 250 metros. Un descenso apasionante que, para que os hagáis una idea, sería similar a caer desde un rascacielos de 45 pisos.
La primera expedición para desentrañar sus secretos se realizó el año pasado y estaba encabezada por el matrimonio Howard y Deb Limbert que, sin embargo, se toparon con una enorme pared de calcita que les impidió continuar su camino.

Ahora, gracias a National Geographic y con la inestimable ayuda de Carsten Peter, uno de los mejores fotógrafos naturales del planeta, el equipo ha vuelto al ataque de la cueva dejándonos imágenes tan impactantes como estas.

Si en alguna ocasión pensasteis que el infierno estaba ahí abajo, seguro que no os imaginasteis que pudiera ser tan bello...






jueves, 6 de enero de 2011

El presidente terco y el gran José María Arguedas



Hace unos días el ministro de Cultura, Juan Ossio, detalló que al presidente (sí, ese personaje nefasto que aún no acepta que es el “mal menor” y que lo hemos tenido que aguantar cinco años) no le agradó la idea de que el 2011 sea considerado el año de José María Arguedas. Tampoco quiso la denominación “Todas las sangres”.
A Ossio (quien en parte tiene culpa por no insistir para que este año sea denominado en honor del autor indigenista) no se le ocurrió mejor idea que denominarlo “Centenario de Machu Picchu”.

Es posible que García cuando sea consultado sobre este tema, diga que es para bien del turismo (¿?). Perú es un país turístico. Eso lo sabe el mundo entero. Pero que mejor idea hubiera sido llamarlo con el nombre del autor de Yawar Fiesta, el que unió dos culturas diferentes, el que entrelazó el quechua con el español, el hombre de todas las sangres, el que sufrió un tiempo en prisión injusta en esa pocilga llamada “El Sexto” (donde compartió celdas con apristas), el que dejó un legado enorme con cada uno de sus libros, el que se mereció el Nobel de Literatura (después de Vallejo), pero no, el señor presidente, en su majadería de seguir jodiendo la cultura dijo que no.
Incluso la arqueóloga  Ruth Shady se sorprendió de tal elección, porque sostiene que Arguedas es un “personaje simbólico que tiene un mensaje, un contenido y un significado muy importante para toda la generación actual y futura”.
La poeta, periodista, y recientemente designada Secretaria Ejecutiva de la Coordinadora Nacional de Derechos Humanos Rocío Silva Santisteban escribió en su Columna Okupa de la sección Domingo del diario “La República” (tal como indica la vate, la columna fue redactada cuando no se sabía aún que el año 2011 sería nombrado “Año de Machu Picchu al mundo”) que “lamentablemente los latidos del país nunca estuvieron atentos a José María Arguedas. ¿Qué billete ha llevado su rostro?, ¿qué estatua de homenaje se ha levantado en un lugar céntrico de la capital?, y lo que es peor, ¿qué edición popular ha impreso el gobierno peruano para difundir su obra? Ninguna.”
Son reflexiones que nos hacen pensar que camino estamos tomando a favor de la cultura. La cabeza de un gobierno debería empezar por ese cambio cultural. Pero no lo hace, ni lo hará. 
La negativa, a mi parecer, no es literaria sino política. Arguedas era un hombre de izquierda. Creía en la revolución socialista, y esperaba ver a este pueblo peruano tan desunido y racista (como lo sigue siendo, lastimosamente no ha cambiado en nada) en pos de un bien social. A García no le habrá parecido que sea llamado este año así por intereses políticos, por el acercamiento de las elecciones y  pensará que el nombre del autor puede ser utilizado para estos fines. Sin embargo, esto es solo una suposición, y no debió mellar este nombramiento.
El congreso se ha quedado con los brazos cruzados como si ese tema no le incumbiera, pero discute por el “año del pollo a la brasa”. Discute por estupideces, pero se olvidan de aquel hombre que con su literatura nos hizo sentir el Perú profundo tan cerca de nosotros.
Soy arguediano de corazón. Leí la mayoría de las obras del escritor andahuaylino cuando tenía quince años y mi visión del mundo andino cambió. Como puede cambiar el enfoque de miles de jóvenes que viven en una ceguera lóbrega sobre la cosmovisión andina. Este es el año del natalicio de José María Arguedas, que no quepa duda,  Ayacucho es una de las primeras regiones que ha hecho oídos sordos al llamado de García. Y digo una de las primeras, porque próximamente tendremos más regiones que se rebelarán contra este nombramiento, y gritarán a viva voz: El año 2011 es el “Año del Natalicio de José María Arguedas”. Que no se diga más.